domingo, 3 de junio de 2012

El matrimonio es la principal causa de divorcio


Escena 1: Una pareja va a hacer terapia por problemas maritales. Se los ve sentados en sillones separados (porque así están, separados). “Más de lo mismo”, pensé una vez sentada en la butaca del cine.

Pero me fui metiendo en la historia de Tenso (Adrián Suar) y la Tana (Valeria Bertuccelli), dos personas que siguen enamoradas una de la otra pero que por determinadas circunstancias de la vida creen que ya no. Y su slogan lo dice: ¿Qué sos capaz de hacer cuando no sos capaz de hacerlo? Y se refiere a que ninguno de los dos se atreve a decirle adiós al otro para siempre.
Este es el juego del amor, las trampas de la vida, en las que caemos todos los días (conciente o inconcientemente), y a veces nos gusta tanto que seguimos adelante sin importarnos las consecuencias.
Un novio para mi mujer” de Juan Taratuto, refleja claramente la confusión a la que se puede llegar cuando las cosas no están como queremos. Y así le pasó a Tenso, no supo cómo hablar con su mujer acerca de separarse y prefirió optar por otro medio: contratar al mejor galán conocido por todos para que la sedujera y la separara de su lado sin que se diera cuenta.
Los actores son los indicados para esta historia, sin exageraciones. La Tana es una mujer pesimista, quejumbrosa y sin ninguna pasión en su vida, todo el día en su casa, no trabaja ni tiene hijos, su vida es extremadamente aburrida y todo eso lo canaliza a través de su marido que no tiene más remedio que escucharla sin parar.
Tenso es silencioso, se levanta de buen humor, desayuna tranquilo y es humilde. Para él es indispensable que su mujer se lleve bien con sus amigos.
Cada uno representa a la perfección lo que uno desea, busca y espera de la persona con quien comparte sus días y el resto de su vida.
Esta es una cinta para volverse a enamorar, para emocionarse, para recordar, y para experimentar sentimientos encontrados.
Seguramente se sentirán o se habrán sentido identificados con ellos en más de una escena. La pareja despareja al final se descubre viviendo situaciones viejas y recuerdos que nunca hubieran pensado volver a vivir. Y allí está la esencia de la cinta. Nos enseña a perdonar, a dar el brazo a torcer por más que nos cueste, a pasar por alto algunas pequeñeces, a recrear momentos únicos y a aprender a enamorar día a día a la otra persona.
Muy entretenida, divertida, original, lejos de ser parecida a otros films del cine argentino, con actores excelentes y sobre todo muy real y cotidiana. Una comedia romántica como pocas. A más de uno se le escapará una lágrima, incluso a los hombres.



--- SI ---

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